Blockchain, la tecnología disruptiva que debes conocer

Seguramente te suene a criptomonedas, ya que esta tecnología es la base de la moneda virtual. Pero las aplicaciones del blockchain son tantas y tan novedosas que estar preparado en esta materia te abrirá muchas puertas profesionales y oportunidades de negocio.

Contratos inteligentes, seguimiento en la cadena de suministro, servicios financieros más eficientes e incluso elecciones online: sus usos son tantos que el dominio del blockchain supondrá una gran ventaja para aquel o aquella que la domine o la sepa utilizar. Una tecnología que ya se está empezando a usar de forma eficaz en numerosos sectores: del legal, al sanitario, energético o financiero. A pesar de ser tan emergente y disruptivo, 2021 será un año en el que veremos el avance del blockchain y las ventajas que ofrecerá a negocios que hagan uso de este.

Los orígenes de la tecnología blockchain datan de los años 80 y 90 del siglo pasado, pero no fue hasta 2008 cuando una persona –o mejor grupo de personas–, Satoshi Nakamoto, evolucionaron, mejoraron y lanzaron el diseño de una cadena de bloques que permite la trazabilidad pública y descentralizada de cualquier actividad y que se ha extendido su uso en diversos ámbitos, especialmente gracias al éxito de la criptomoneda Bitcoin. El uso de la tecnología blockchain se está extendiendo en el mundo financiero, además de para el uso de criptomonedas, para el registro de transacciones, mejorando la transparencia y la seguridad, con mayor capacidad para detección del fraude y minimizando los errores. Es una tecnología que está provocando una evolución en los servicios financieros hacia una mayor digitalización y una significativa eficiencia.
En sanidad se están proponiendo y utilizando soluciones basadas en blockchain en tiempos de la pandemia para una gestión más optimizada de los datos, acelerar las aprobaciones y mejorar la cadena de suministro.
En el mundo jurídico existen proyectos innovadores como los contratos inteligentes o los nuevos servicios notariales basados en la cadena de bloques, que pueden facilitar y abaratar las transacciones comerciales e inmobiliarias, siendo posible, además, ampliar el sistema de garantías a más ámbitos de la sociedad.
En logística y en las cadena de suministro también son un ámbito natural para el desarrollo de aplicaciones propias de la tecnología blockchain porque pueden garantizan la trazabilidad e integridad de los productos. También juega un papel fundamental para la lucha contra las falsificaciones. Comienza a haber una oferta consistente de formación reglada para formarse en las tecnologías asociadas a blockchain, pero, como en toda actividad reciente y con una evolución tan vertiginosa, resulta necesario consultar los artículos académicos que se van publicando y estar al día de lo que se está haciendo a través de las redes sociales y comunidades como Twitter o Reddit.

El blockchain, esa cadena de bloques de datos inalterables tiene muchas más aplicaciones que el registro de transacciones de criptodivisas. La esencia del blockchain es que permite a partes entre las que no hay confianza mutua crear un registro de “qué es qué” con el cual todos los involucrados estarán de acuerdo. Requiere consenso, es pública y descentralizada, y es esto lo que le da utilidad. Parte del NASDAQ opera con ello y desde hace unos años se lleva barajando la posibilidad de crear un registro de la propiedad utilizando blockchain. Entre otros usos, está la creación de contratos inteligentes y el seguimiento de la cadena de suministro. Incluso se ha sugerido su uso para hacer elecciones por Internet. Pero, si tan útil es, ¿por qué no está su uso mucho más extendido? Simplemente porque no se le puede pedir a alguien que confíe su información o su dinero a algo que no entiende.
Es por esto que formarse en blockchain es esencial para usarlo correctamente y explotar al máximo sus posibilidades. Y la oferta de formación crece cada día más.

La blockchain constituye una de las tecnologías fundamentales que impulsan la transformación digital en la actualidad. Su carácter transversal está permitiendo la disrupción en la economía y en la empresa más allá de las criptomonedas. Sus principales aplicaciones impactan en sectores como el financiero, legal, telecomunicaciones, distribución, energía, salud, público y educativo, entre otros, a través de pruebas de concepto, pilotos y casos de uso basados en el internet del valor como smart contracts, identidad digital, control y seguimiento seguro, transacciones P2P o credenciales educacionales. Aquellos que decidan formarse en esta materia conseguirán una ventaja competitiva en el mercado, ya que el grado de especialización adquirido será aplicable en los ecosistemas y desarrollos futuros de la economía digital. Deberán enfrentarse al reto de adquirir conocimiento y experiencia práctica en ámbitos tan diversos como sus fundamentos, la técnica de programación y criptografía, la normativa y marco regulatorio aplicable.

La situación de pandemia ha evidenciado la necesidad de transparencia y seguridad en los procesos online. La espectacular subida del Bitcoin y otras criptomonedas en 2020 puede deberse a fenómenos especulativos, pero el éxito de la tecnología de blockchain no se centra solo en las monedas digitales, sino que juega un papel clave en diversos sectores, aportando robustez en los intercambios digitales de información. Este año veremos los efectos del uso de blockchain en el control de nuestros datos.
Recientemente, varios grupos sanitarios y tecnológicos han unido fuerzas para crear un pasaporte digital de vacunación COVID-19. Así, los ciudadanos de todo el mundo se conciencian de la importancia de sus datos y cómo compartirlos. Aunque no es nueva, blockchain sigue siendo disruptiva en sus primeras fases de exploración. La formación en este y otros algoritmos de Data Science es la base para los que quieran dominar estas tecnologías, cuyo impacto es comparable al nacimiento de internet.

Formarse en blockchain es un pasaporte a la empleabilidad. Esta es una de las pocas tecnologías que podemos considerar “de utilidad general” o “General Purpose Technology” o aquellas que impactan profundamente sobre todos los sectores de la economía, como lo fue internet en su momento, por ejemplo. En blockchain nos podemos formar, tanto en el ámbito más técnico como en la vertiente de negocio o estratégica. En el primero, hay oportunidades como programador en los distintos lenguajes que permiten realizar desarrollos en blockchain, así como aprender a desarrollar contratos inteligentes o aplicaciones descentralizadas en plataformas como Ethereum. En el ámbito de negocio, se requieren expertos para ver las aplicaciones posibles en una empresa, por lo que se abren oportunidades tanto a profesionales de tecnología que quieran impulsar la transformación en sus empresas, como en el ámbito de la consultoría estratégica y de negocio, para ayudar a sus clientes a ser más eficientes en procesos o en transformar líneas de negocio.

Ahora que se multiplican los casos de éxito asociados a iniciativas apoyadas sobre blockchain, el interés en desarrollarse en esta tecnología y en sus posibilidades de negocio crece progresivamente. Hasta hace poco, blockchain se relacionaba con criptomonedas. Ahora, se puede asegurar que su aplicación en el ámbito sanitario, legal, financiero, energético o tecnológico ya comienza a ser una realidad. El uso generalizado de smart-contracts y la gestión de tokens de muy diferente naturaleza provoca que comiencen a demandarse por las laborales altamente especializados en diversos ámbitos: desde expertos jurídicos en derecho mercantil que deseen afrontar los retos que va a generar la transformación del comercio electrónico, a expertos en de desarrollo de negocio o transformación de procesos, en inversión o los perfiles más técnicos que desarrollen las aplicaciones que se apoyarán sobre las plataformas de blockchain.
La oferta formativa comienza a ser muy diversa, y cada vez más especializada para incorporarse a esta nueva realidad.

La tecnología blockchain consta de cinco elementos: cifrado, inmutabilidad, red distribuida, descentralización y tokenización. Estos elementos combinados permiten obtener la verdadera potencia que blockchain puede proporcionar. De momento, las empresas están haciendo uso de las tres primeras, agregando la tecnología blockchain a procesos y modelos de negocio ya existentes para optimizarlos. Pero el verdadero beneficio de blockchain vendrá cuando se agreguen descentralización y tokenización y se empiecen a desarrollar servicios y modelos de negocio desconocidos. Por hacer una analogía con el mundo real, es como si cuando se inventaron los coches, los utilizáramos tirados por caballos: el motor de blockchain está en la descentralización y la tokenización, ya que en la actualidad, apenas hay servicios y/o modelos de negocio que utilicen estos elementos para obtener una ventaja competitiva. La tecnología blockchain permitirá ponerlos en marcha en los próximos años y es bastante posible que en 2021 empecemos a ver resultados.

Tanto instituciones de la envergadura del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la ONU, como empresas de distintos sectores (financiero, legal, energía…) están comenzando a beneficiarse de las múltiples aplicaciones del blockchain. Uno de ellos, la trazabilidad y la monitorización de todo tipo de movimientos, sean de materias primas o de transacciones. En el caso de los metales preciosos, evitan su falsificación y certifican su procedencia lícita. Blockchain también ha llegado al sector del ocio. Además de proteger los derechos de autor, permite a los creadores de contenidos vender sus obras sin la intermediación de un tercero. En el sector de los videojuegos, la introducción de tokens permite apostar, jugar y comprar. Actualmente, diversas entidades ya ofrecen formación especializada en esta materia. Internet está inundado de información, siendo las que mejor contenido ofrecen la web de la criptomoneda Ethereum y la plataforma Medium. Este sistema es tan versátil que incluso una boda virtual ya no será un sueño.

Fuente: Emprendedores

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